15 de febrero de 2015.
CINE MUDO.
Al leer el artículo titulado “LUCES,
CÁMARA, ACCIÓN” escrito y publicado en su blog por el doctor Julián Marulanda
Calero recordé los primeros días inolvidables de mi juventud, cuando yo operaba
el proyector de cine mudo en mi pueblo natal.
Era necesario que el
espectador leyera rápidamente en el recuadro, parte inferior de la pantalla, el
texto de los diálogos de la película. El no hacerlo, era difícil interpretar cabalmente
el argumento. Sin embargo, era fascinante asistir a cine.
Es asombroso el contraste
entre el cine de la época pasada y la alta tecnología de hoy, que permite al público
ver las imágenes tridimensionales, en color, captar el sonido envolvente y
experimentar sensaciones gracias a la vibración de las sillas, como si estuviésemos
viviendo la realidad.
¡Ah, cuan grato pero
nostálgico es recordar el ayer!