N0 ESTAMOS SOLOS...
No estamos
solos, cuando echamos a volar la imaginación por los cielos
dorados de la fantasía y dejamos que batan libremente sus alas los
recónditos sentimientos que anidan en nuestro interior.
No estamos solos, cuando pensamos en el ser a quien amamos, porque su
imagen se mete en la retina y nos ilumina el fulgor de su mirada; no estamos
solos, cuando idealizamos la silueta de la amada que nos abraza y nos
brinda el calor de su pasión. No estamos solos, si con el viento que susurra
nos parece escuchar el timbre cadencioso de su voz.
No estamos solos, cuando al mirar a las alturas nos parece ver en las nubes
blanquecinas la imagen etérea de los seres queridos, que nos aman y
protegen con la fuerza de su amor infinito
No estamos solos, cuando en los momentos de dolor y desesperanza
invocamos a Dios, fuente inagotable de bondad.
No estamos solos, no, porque el divino milagro del amor une siempre las
almas que se aman en el silencio profundo de un secreto...secreto que
pervive en el tiempo y la distancia.
No estamos solos, no, mientras pueda volar el pensamiento y en el corazón
aniden ilusiones.
dorados de la fantasía y dejamos que batan libremente sus alas los
recónditos sentimientos que anidan en nuestro interior.
No estamos solos, cuando pensamos en el ser a quien amamos, porque su
imagen se mete en la retina y nos ilumina el fulgor de su mirada; no estamos
solos, cuando idealizamos la silueta de la amada que nos abraza y nos
brinda el calor de su pasión. No estamos solos, si con el viento que susurra
nos parece escuchar el timbre cadencioso de su voz.
No estamos solos, cuando al mirar a las alturas nos parece ver en las nubes
blanquecinas la imagen etérea de los seres queridos, que nos aman y
protegen con la fuerza de su amor infinito
No estamos solos, cuando en los momentos de dolor y desesperanza
invocamos a Dios, fuente inagotable de bondad.
No estamos solos, no, porque el divino milagro del amor une siempre las
almas que se aman en el silencio profundo de un secreto...secreto que
pervive en el tiempo y la distancia.
No estamos solos, no, mientras pueda volar el pensamiento y en el corazón
aniden ilusiones.
Ramón A. Martínez @zartantinio
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