MUJER.
Cuando Dios pensó en
la nobleza
y en crear un ser
sublime y puro
una mujer obedeció al
conjuro,
plena de amor,
radiante de belleza.
Imagen misteriosa,
enigmática
que encierra un
insólito secreto,
Difícil de adivinar
por lo discreto
con que obra su
figura carismática.
Es la mujer la más
bella criatura
con la que Dios
engalanó el mundo;
es un pozo de amor
puro, profundo,
que calma la sed de
amor y de ternura.
Hay en ella tanta
fuerza para amar
y de sacrificarse en
aras del deber,
de dar la vida, si
ello es menester.
por su honor y su fe
salvaguardar.
Cuando el ambiente
está en la penumbra
al llegar una mujer
el corazón se agita,
con su sonrisa y
dulzura infinitas
ella es un sol
radiante que alumbra.
Puedes crear, Señor,
si Tú lo quieres
muchas estrellas y
también más flores,
pero en el mundo no
habrá cosas mejores,
tiernas y bellas,
igual a las mujeres.
Es la mujer un ser
imprescindible,
sin ella nuestra vida
esta vacía,
la urgimos con afán
de noche y día
porque vivir sin ella
es imposible.
Cuando veamos
incierto el destino,
y haya muerto la
última esperanza
de que brille una luz
en lontananza,
siempre habrá una
mujer en el camino.
Ramón A. Martínez
Septiembre de 2010
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